A bordo del timón
A bordo ante el timón,
un joven timonel guía con cautela.
En medio de la niebla, desde la costa, tañe doliente una campana oceánica; oh, una campana de alerta, mecida por las olas.
Oh, brindas en verdad noticias ciertas, campana que redoblas junto a los arrecifes; que redoblas y redoblas para alertar al navío sobre el lugar donde naufraga.
Pues mientras alerta, oh timonel, tú prestas atención a la grave advertencia,
la proa se vuelve, el cargado navío cobra rapidez y se aleja impulsado por sus velas grises.
El navío hermoso y noble, con toda su apreciada carga, se aleja con rapidez, alegre y a salvo.
Sin embargo, !oh el navío, el navío inmortal! !Oh, navío a bordo del navío!
Navío del cuerpo, navío del alma, tu viajas, viajas, viajas.
1867/ 1871
Walt Whitman
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