jueves, 22 de marzo de 2012

La próxima cima



Vencerse a uno mismo es el paso inicial para lograr las metas que cada uno de nosotros se propone. 
Esta es una forma de vivir que Santiago Quintero, montañista ecuatoriano, compartió con los estudiantes de la Maestría de Periodismo de la UDLA, la semana pasada.

Varias cosas quedaron en mi mente luego de esta conversación con este joven  deportista quien perdió los dedos de sus pies  en una de sus aventuras de escalada, razón por la que sus sueños parecían truncarse.
Pero él supo salir adelante para lo cual tuvo que vencer sus miedos y, como dice él mismo, su ego. Vivió un proceso de recuperación que no fue fácil, que ha sido largo, tedioso y altamente costoso.

Hay algo que Santiago mencionó y es que  hay montañas a las que no se puede intentar subir solo como la 2K en Pakistán y Santiago tras perder los dedos de sus pies tuvo otra cima que escalar  y esta cima era la de volver a caminar de recuperar su vida normal de seguir siendo un guía de montaña. Esta cima requería que venciera sus temores y sus limitaciones,  a ella  tenía que subir con un equipo de personas conformado por su familia, su esposa, sus amigos, los profesionales que le brindaron las herramientas para que él siga adelante, pero este apoyo si bien es una gran parte, hay otra parte que solo él podía escalar que es superar una sima interior y esto es una jornada que va desde adentro hacia afuera.

Para esto Santiago comparte su esquema para enfrentar los retos que consiste en organizar lo que se quiere hacer, planificar cómo se lo va hacer y poner en ejecución lo anterior. En sus palabras: "pienso lo que me gustaría hacer, siento que lo quiero hacer y actúo."

Y es así como tras esos momentos difíciles Santiago ya no ve limitaciones sino nuevos retos a vencer. Y es así, también, como  se ha planteado subir  varias montañas  a fuerza de motivarse él mismo y a la vez compartir su motivación como hoy compartió su vida con nosotros  y nos motivó a  emprender la conquista de nuestros sueños sabiendo que no es la meta final pues siempre hay una próxima cima.

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